Te invito a leer varias puntualizaciones y que interiormente percibas si tienen sentido para ti. Si percibes sentido, ahora es el momento, sin excusas, interiorízalas y ponlas en práctica.

Se le atribuye a Teresa de Calcuta haber dicho que ella no iría a una manifestación en contra de la guerra, pero sí a una manifestación a favor de la Paz. La predisposición no es la misma, la energía que se invierte y con la que se produce el evento no es la misma.

Hay una cita que reza: Todos queremos cambiar el mundo, pero nadie se quiere cambiar a sí mismo. Cambiado el hombre, cambiado el mundo. Sé el cambio que quieres en el mundo.

Trasforma la indignación, el miedo, la frustración, la ira, el orgullo, los insultos… en Aceptación, Comprensión, Respeto…, para así, actuar desde la Paz.

Ten presente que cuando las personas permanecen divididas, y cuando viven con miedo, son fácilmente manipulables. Quienes intenten manipular, lo harán infundando miedo y haciendo que la gente permanezca dividida, haciéndoles centrarse en las aparentes diferencias que teóricamente les separa, para que así no actúen acorde al vínculo que les une. Es sencillo manipular a quienes están predispuestos al conflicto. Si no quieres ser manipulado ni manipular, empieza por respetar a las personas, por aceptar el ritmo de cada individuo y su forma de participar. Acepta y comunícate desde el respeto.

Ten presente que los cambios impuestos, están condenados a ser efímeros. El verdadero cambio, nace en el interior y entonces se refleja.

Involúcrate en aquello en lo que encuentras sentido. En vez de estar en contra de algo, permanece en aquello con lo que estás a favor. En vez de gritar e insultar a aquellos contra los que protestas, creando mentalmente unos enemigos, o un bando de buenos y otro de malos, acepta que no hay tales enemigos, que no hay rivales, no hay buenos ni malos; cada uno hace lo que sabe, lo que puede, cada uno actúa acorde a la consciencia que experimenta o a la inconsciencia que le domina. Ten presente las frases: Perdónales porque no saben lo que hacen y No les odies por lo que dicen o hacen, Ámales por quienes Son. Además, si creas el bando de buenos y malos, aquellos hacia quienes van dirigidos los mensajes de la manifestación, al igual que haces con ellos, te clasificarán como el enemigo, así que la comunicación es superficial. No es profunda, no es verdadera. Tal vez se oiga, pero no se escucha y los prejuicios afloran, con sus respectivas consecuencias.

En una concentración consciente no tiene sentido que haya banderas o símbolos partidistas que representa a algunos y excluye a otros. El conflicto es reflejo de la división interna. Si te manifiestas, hazlo conscientemente, sin insultos, sin violencia, con tranquilidad y con respeto.

En una manifestación consciente, de llevar pancartas o mensajes en la ropa, se pone de manifiesto aquello que se pide y que se quiere. Céntrate en lo que quieres.

Tu aportación es vital, trascendental. Toma consciencia de los pensamientos, de las palabras que pronuncias, de la actitud que mantienes y de los actos que realizas. Ten presente que no hay obligación de seguir a los pensamientos, pues éstos, no te definen.

Identificarse y actuar acorde a la creencia de que “el fin justifica los medios”, puede llevar a un completo dominio de la inconsciencia y justificación de todo lo que se hace, llegando a realizar actos que en momentos de claridad no se realizarían. Esto se potencia en las concentraciones, ya que el ego grupal, que está en todas las estructuras, puede eliminar tu propia identidad y someterte con facilidad. Para cambiar, tienes que cambiar el origen de tus motivaciones.

Aquello que quieres construir (el fin) y el cómo lo construyes (el medio), son los cimientos, son la base de la obra, son primordiales; y ten presente que más allá de las aparentes diferencias, aquellos hacia quienes protestas, son compañeros tuyos en el camino de la vida, son compañeros tuyos, en la obra de la existencia.

Ten presente la frase atribuida a Gandhi, No hay un camino para la paz, la paz es el camino. Si esto se interioriza, se fluye con la experiencia de que el fin y el medio son indivisibles, son una misma cosa. 

Los verdaderos y profundos cambios se realizan desde la Consciencia, con Consciencia y por Consciencia, para que así se pueda interiorizar y experimentar su propia naturalidad.  Si un cambio se realiza superficialmente a través del miedo, el sometimiento o la imposición, es un cambio efímero. El verdadero cambio, nace en el interior y entonces se refleja.  

 

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