Si a nuestra parte humana, mente y cuerpo le denominamos
"El muñeco"
Y a nuestra Luz interior, a lo que realmente somos le denominamos
"El Ser",
¿Quiénes somos?
No somos un cuerpo, una mente, somos "el Ser". El cuerpo, la mente,
es "el muñeco". "El Ser" permanece olvidado y oculto por "el
muñeco" pero cuando "el Ser" prevalece
despierto, "el muñeco" ya no nos hace daño, entendiendo y siendo asiduamente "el Ser". "El Ser"
utiliza el cuerpo, "el
muñeco" para diferentes cometidos, como por ejemplo, llegar a comunicarse con otros "Seres" que permanecen ocultos
por "los muñecos". El "muñeco" tan sólo es un
instrumento utilizado por "el Ser" para que otros "muñecos"
y él mismo, den paso a "los Seres".
Cuando "los muñecos" están
preparados, "los Seres" hacen su presencia más asiduamente, dejando a un lado "el muñeco" y con él todo el dolor,
sufrimiento e incomprensión que "el muñeco" conlleva."El Ser"
no piensa, tan sólo siente y actúa a través del "muñeco". Todos "los muñecos" son instrumentos, así
que un"muñeco" no
puede decir, Yo-Soy la Luz, Soy Amor, Soy Paz, Soy un maestro, pues sería el propio ego quien hablase. Los
"muñecos" tan sólo son vehículos, que cuanto más preparados estén harán su función de ayudar a los
"Seres" para que a
través de si mismos, "los Seres" sientan y actúen a través de ellos.
Un ejemplo para entender mejor esto que aquí se explica, es el caso de
Jesús.
Jesús era "un muñeco", un vehículo lo suficientemente preparado para que "el Ser", o sea la energía de
Cristo, la energía del "Ser" hablase, sintiera y actuase a través de Él. Jesús estuvo preparado para que "el Ser" estuviera en él un tiempo.
Muchos "muñecos" no pueden recibir
"al Ser" durante mucho
tiempo, así que no siempre "el Ser" está en "el muñeco",
siendo "el
muñeco" quien habla y actúa a veces. Si "el muñeco" está preparado para
que "el Ser" permanezca en él, "el Ser"
así lo hará, cada vez más tiempo y más asiduamente, pero no siempre "el Ser" está en
"los muñecos".
Muchos "muñecos" hablan como si
"el Ser" siguieran en
ellos, y no siempre es así, aunque una vez que "el Ser" ha estado en "el muñeco", "el
muñeco" siente una indescriptible sensación de bienestar, pero tiene que tener presente que hasta
que "el Ser" no
esté en él, él no puede hablar en nombre del "Ser".
"El Ser" siente y actúa sin miedos, sin dudas. "El muñeco" es quien tiene miedos,
dudas, apegos, amor terrenal y limitado. "El Ser" prepara al "muñeco"
para que esté más preparado y así "el Ser" pueda utilizar
al"muñeco" constantemente.
Hasta que todos "los muñecos", no estén preparados
para acoger al "Ser", en el mundo seguirá ocurriendo lo que ocurre y así preparar a "los muñecos".
Los "Seres" tienen su propio estado donde habitan y son los "Seres", quienes vienen a colaborar
con "los muñecos" cuando estos están preparados para recibirles. Así que Jesús, Buda, Tú, el fontanero, la prostituta, todos son posibles
canales o lo han sido ya, del verdadero "Ser".
Por eso no tiene sentido ninguno adorar o endiosar a nadie, pues todos
somos lo mismo, lo que pasa que algunos recuerdan más que otros, o son "el Ser" más asiduamente que otros. Lo único que nos separa del "Ser" es "el muñeco". La mente nos lo oculta,
mostrándonos nada más que el miedo, el dolor, la incomprensión, etc., haciendo creer que "el muñeco"
es lo que se es, pero "el muñeco" no es
"el Ser".
Pero también estamos para experimentar lo que no somos, para comprender lo que somos.
Así que tras ser lo que no somos, seremos lo que somos, y
"el Ser" estará
en "el muñeco" para siempre, y "el muñeco"
desaparecerá, pues "los
muñecos" estarán preparados para ser "el Ser". Así que cuando tu
"muñeco" tenga miedo,
escucha al "Ser", aunque tu "muñeco"
quiera luchar contra "el Ser", pues no comprenderá lo
que ocurre. Recuerda que "el muñeco" tan sólo es un vehículo y que tú no eres "el muñeco", eres "el
Ser".
Deja que "el Ser" lleve el mando y
maneje "el muñeco", no hay nada de que temer, pues
todos somos "Seres".
Originariamente se escribió utilizando la palabra yo-nosoy para el muñeco y Yo-soy para el ser.
